lunes, 14 de noviembre de 2011

hiakus.

... Y no importa.

Pobre pintor desesperado, buscaba en las montañas el color que sólo sus ojos sabían crear y que nunca iba a nacer de sus pinceles.                                                                                                                          

                                    Esas montañas,
                                    color de lejanías,
                                    llámalas ch’ing.

Somos, es cierto, cazadores que acosan lo inefable e ignoramos que corazón palpita en el pecho ajeno cuando alguien nos escucha, cuando contempla silencioso los montes que cierran, a lo lejos, un horizonte de brumas, cuando mira tus pinturas -¡pobre pintor desesperado!-, ese pedazo de seda en el que tanta sangre has vertido.

Trazo el signo y digo ch’ing , pero este es un mundo de ciegos que, obstinados, se cubren los oídos mientras sueltan sus rebuznos…

Bajaré al vado y escucharé de nuevo los susurros de Josetsu… Esas palabras…



(pequeño párrafo extractado de “Maruyme – Diario de Viaje”  
escrito por Manuel Serrat Crespo, Ed.  El Barquero – 2009.

Garusia Maruyme (1650-¿1689’) fue una figura destacada de las letras japonesa.

lunes, 7 de noviembre de 2011

...pero amor.


lágrimas fueron.
risa que anida.
ansia que impulsa.
caminos, rayos, piedras,
la muerte, la vida,
madera ahuecada
por caricias, esperas.

no hay pozo que valga
una cosa, un gesto, una pasión;
cama, canción, sol.

solo, no soledad,
sin miedo, al fin
se afronta sin afrenta, no más.

luego, con vos
boca abierta a besos,
a los besos, que te quiero,
cada vez que encuentro tu mirada
puesta en mi.

silencios, en risas, en lágrimas,
en dichas, en tristezas,
en puntos de llegada
y de partida que renuevan
nuevos cantos,  sencillamente
no podría vivir sin ellos,
no podría vivir sin vos.

sabemos de la fatiga, pero amor
que bueno acaricies mi alma.