jueves, 7 de febrero de 2013

cóndor.


Desnudez de motivo blanco
de ardiente y plateado deseo,
lágrimas como pétalos precisos
de elegida letanía,
aún lastimando excesos.
Dejar que el poco sea tanto
como el instante del quiero,
escurriendo narcisos
de pensada y embriagada alegría.
El murmullo del miedo,
hace plumas del tiempo en vuelo
por un insaciable cielo que lleva
el sentido invisible de instantes
de hembra, estrellas en vientre
infinito predecible, que la habita:
Liberaron cóndor,
Será difícil cerrar la herida de los Andes.

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