sábado, 8 de mayo de 2010

De lo imposible e inesperado.

“…pobre amigo mojado de imposible”.
Julio Cortázar
Papeles inesperados

Me toca la evidencia de que no he aprendido a conocer.
Adherido a la certidumbre de la cobardía,
he alucinado un coraje
que muchas veces se afirma en ira estúpida,
sosteniendo lo que de otra manera
menos histriónica,
sería apenas algo posible de ser comprendido.
Comprender.
El anclaje en la paranoia ineficaz,
que apenas sirve para obrar de neblina,
de pálido agrisado en los sentidos
mientras alguien,
en forma ingenuamente seductora,
se presenta, llamando la atención.
Canturrea y succiona.
Respira y golpea.
Juega. Acaricia.
Fluctúa, arrima y goza.
Es apenas un susurro de certidumbre.
Me alcanza, para despertar.

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